Terror impulsado los gobiernos

Cuando decimos gobierno nos referimos a todos los sujetos depositarios de la confianza pública por la que fueron elegidos para las diferentes funciones y cargos del gobierno y para aquellos que son nombrados por los “elegidos” en las urnas.

La prensa se encargado de difundir el mensaje de terror, los “asesores” de impulsar cambios a la legislación o impulsar nuevas leyes dándole a los estatistas más poderes y más herramientas para el uso de la violencia en contra del ciudadano de a pie; y, los seguidores de órdenes, de ejecutar, sin discernir, esos actos de coerción investidos de “legalidad”. La sociedad se convertido una segmentada agrupación de parcelas al estilo de feudos de la edad media con siervos y semovientes incluidos.

Todo se justifica por ese aspaviento de generalidad conocida como “el bien común” en dónde se justifica la violencia y atropello en contra de quienes disienten o no se alinean con el poder absoluto del que se han apropiado esos políticos, todos, en absoluto, corruptos que no reparan en la diferencia entre la teoría darwiniana del origen y evolución de las especies y la naturaleza real y cierta del ser humano dotado de mente, emociones y sentimientos.

Pero el tema del terror y el poder es de orden internacional. Las agencias internacionales de todo orden, sin lugar a excepciones, se han convertido el mayor instrumento de propagación del terror y para ello no tienen empacho en apoyar a payasos que dirijan a los diferentes países. Estos payasos, también son seguidores de órdenes, la vanidad del poder que ejercen en el feudo les atrofia el cerebro y con ello el pudor y el rubor. Son traidores. TODOS.

Vean nomás como impusieron, cuarentenas, vacunación y violencia contra los que se resistían. Mi afirmación anterior no es gratuita, allí están s evidencias.

Si, el terror es impulsado por esas agencias internacionales que cayeron en manos de esa misma casta de políticos corruptos como los de cada uno de los feudos, sólo hay que escuchar su discurso de “impulsando acciones por el bien común” pero lleno de una gran hipocresía.

Estos dos últimos años que supuestamente fueron apropiados para tranquilizarnos y reflexionar resultó en un impulso inusitado de confiscaciones a la libertad de expresión, a la libertad de pensamiento, al libre consentimiento, al consentimiento informado y a muchas otras libertades. Aparentemente esa violencia impulsada y promovida desde el Estado, es, terrorismo “legal” pues se hizo en base de leyes de emergencia, decretos supremos y otros artificios ideados por los embaucadores para controlar el Estado, el poder y por supuesto y la riqueza de las naciones.

Pero la luz al final del túnel nos dice que lo mejor está por pasar, la convulsión global por esas raras enfermedades que empiezan a surgir aparentemente de la nada, hepatitis, viruelas y todas las letras del alfabeto griego para las bronquiales, tienen una causa común, la ambición por el dinero y el poder, y ella produce idiotez, por el atrofiamiento cerebral.